Escuchar la palabra ‘cáncer’ genera miedo y preocupación; sin embargo, para combatir este padecimiento es importante la detección temprana, conocer cómo se origina, además de saber cuáles son las opciones para tratarlo.
Primero, es necesario recordar que el cáncer es una enfermedad que provoca una reacción química en cualquier organismo, lo que deriva en metástasis, es decir, la multiplicación descontrolada de células cancerosas.
Estas células, como crecen y se multiplican de forma más rápida, traen como consecuencia la formación de tumores que afectan la función de tejidos y órganos. Por ello, dependiendo del tipo y del avance de la enfermedad al momento de su detección, es posible diagnosticar si tiene cura o no, pero en cualquier caso es necesario iniciar un tratamiento a la brevedad.
Por ejemplo, en México se diagnostican 195 mil 500 casos de cáncer cada año en diferentes tipos. Esto quiere decir que cuatro de cada 10 personas mueren por esta enfermedad, sobre todo por la falta de un diagnóstico oportuno, recalca el Instituto Nacional de Cancerología (InCan).
¿Cuáles son las diferencias entre quimioterapia o radioterapia?
Los pacientes con cáncer son atendidos con cirugía, quimioterapia o radioterapia. La cirugía se utiliza para extirpar el tumor por completo y conlleva un proceso antes y después de la operación.
El tipo de tratamiento dependerá de qué tan avanzado esté el cáncer, su ubicación y otros resultados derivados de los estudios indicados por el médico.
¿Qué es y en qué consiste la quimioterapia?
Consiste en el uso de un producto químico o mezcla de distintos medicamentos, cuyo objetivo es frenar la reproducción y expansión de las células cancerosas hasta eliminarlas. Sin embargo, sus efectos secundarios generalmente son agresivos para los pacientes.
Entre sus consecuencias más comunes están síntomas como: Irritación en la boca y pérdida de cabello. Estos efectos secundarios de la quimioterapia son la respuesta del organismo a la muerte de células.
De acuerdo con médicos, los efectos secundarios de la quimioterapia pueden ser leves y sobrellevarse con tratamientos alternos, mientras que en otros casos también existe el riesgo de complicaciones graves y permanentes.
¿En qué casos se utiliza la quimioterapia?
La quimioterapia es aplicada según las indicaciones del médico y se realiza bajo los siguientes casos:
Para curar el cáncer sin otros tratamientos o como método principal.Después de otros métodos para eliminar células cancerosas que quedaron tras una cirugía, por ejemplo.En preparación para otros tratamientos como alternativa para encoger un tumor.Para aliviar síntomas del cáncer mediante la eliminación de células cancerosas y sus efectos.Para enfermedades de la médula ósea y trastornos del sistema inmune.
¿Qué es la radioterapia?
La radioterapia también tiene como objetivo eliminar las células cancerosas y afecta menos que la quimioterapia debido a que solo se centra en el área afectada y daña poco o nada a las células sanas. Por eso se considera menos invasiva.
El Instituto Nacional de Cancerología explica que la eficiencia de ambos tratamientos depende de los procesos de reparación celular del cuerpo de cada persona para arreglar el ADN dañado.
¿Cómo funciona la radioterapia?
Consiste en emplear distintas formas de radiación como rayos X, rayos gamma y partículas, las cuales se aplican de forma específica o se combinan con cirugías para destruir los tumores.
Con la radioterapia se utilizan dosis precisas para eliminar las células cancerosas y así evitar su reproducción. A partir de la radiación, el tumor se reduce en tamaño o desaparece por completo.
¿Qué tipos de radioterapia existen?
Hay distintos tipos de radioterapia, los cuales se utilizan según la información clínica del paciente, el grado de cáncer y la fase de tratamiento indicada por el médico. Entre ellos están:
Teleterapia: Se administra con una fuente externa de radiación y a cierta distancia, entre 80 y 150 centímetros. Es la más utilizada como tratamiento contra el cáncer y en ella se aplican rayos gamma, por lo que dura de 4 a 8 semanas.Braquiterapia: Se utiliza para tratar tipos de cáncer específicos debido a que se coloca material radiactivo dentro del cuerpo, lo cual se conoce como radiación interna. De esta forma se aplican las dosis más altas de radiación directamente en el área afectada y se reducen los daños en el tejido sano.
En ocasiones se utiliza la braquiterapia después de una cirugía para destruir todas las células cancerosas que podrían haber quedado. Las técnicas modernas de radioterapia se concentran en el tumor y evitan lo más posible el contacto con los tejidos sanos.
Los pacientes que se someten a este tratamiento de radioterapia no experimentan malestares debido a que la exposición es como si te sacaran una radiografía. Sin embargo, debido a la radiación también es posible experimentar efectos secundarios, por ejemplo, la aparición de manchas como de quemadura solar en la piel.
Otra característica de la radioterapia es que no solo se incluye en los tratamientos contra el cáncer, sino también de otros padecimientos debido a su efecto antiinflamatorio que ayuda en las enfermedades degenerativas, como las reumáticas que ocasionan dolor en huesos y articulaciones.