Cuatro sociedades financieras de objeto múltiple (Sofomes) bursatilizaron un bono sostenible por 336 millones de pesos por hasta un total de 1,500 millones de pesos en la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) este miércoles.
Entre los inversionistas institucionales estuvo el Banco de Desarrollo de América del Norte (Nadbank) y el BID Invest. Además, los Fideicomisos Instituidos con Relación a la Agricultura (FIRA) ofreció garantías hasta del 20% del capital de la emisión.
El Nadbank es un banco conjunto del gobierno de Estados Unidos y México que opera en la frontera norte del territorio mexicano, que suscribió 67 millones de pesos a través de su programa de créditos verdes.
Por su parte, el BID Invest, que apoya y promueve el desarrollo del sector privado y mercado de capitales en América Latina, invirtió 203 millones de pesos en la emisión.
Con el apoyo de FIRA se logró una calificación triple A para la emisión de los intermediarios no bancarios.
La bursatilización de la cartera de los intermediarios Cresca, Proaktiva, SeFia y SFI fue colocada a cinco años con un premio de Tasa de Interés Interbancario de Equilibrio (TIIE) más 250 puntos base, de acuerdo con el proyecto de colocación.
María Ariza, directora general de BIVA, destacó la colocación del instrumento conjunto que tardó dos años en estructurarse, fue a cinco años, con una vocación para financiar actividades del campo.
Explicó, con datos del Banco Mundial, que en México, las micro, pequeñas y medianas empresas del sector requieren financiamiento por 164,000 millones de dólares, lo que representa el 14% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Alrededor de 27 millones de personas viven del campo, el 93% de las empresas del sector no tiene acceso al financiamiento y del resto, solo 10% tiene un limitado acceso a fuentes de financiamiento formales, por lo que hay que cerrar la brecha”, explicó durante el grito de la colocación en la sede de BIVA.
La directiva del centro bursátil destacó que con la bursatilización de la cartera se mejora la competitividad y acceso al mercado, ya que se comparten costos y riesgos, se generan economías de escala para los intermediarios.
De acuerdo con el prospecto, a pesar de que cada una de las sofomes tiene entre el 20 y 35% de la cartera colocada, son corresponsables en el pago del capital y los intereses del instrumento ofertado.
“Generar este tipo de instrumentos puede ser la solución para este mercado y tal es la magnitud del avance que incluye una garantía parcial del FIRA”, comentó la directiva.
Alan Elizondo, director general del FIRA explicó durante el evento, que el fideicomiso garantiza hasta el 20% del pago del bono, con lo que se ayudó a que la emisión tuviera una calificación de AAA, la más alta en la escala mexicana.
Proceso complicado
María Ariza explicó que el proceso de estructuración del instrumento conjunto y sustentable no fue fácil, ya que hubo en momentos mucha incertidumbre, con grandes retos que se superaron con el trabajo de los participantes en la estructuración.
También, agregó la directiva, que el mercado de valores puede representar para las empresas una derrama de riqueza que beneficie a las empresas y no perder la inercia que se tiene con los inversionistas.
El director general del FIRA, que promueve el desarrollo del campo mexicano, dijo que el sector de sofomes enfrenta, desde el 2010, grandes retos de financiamiento y debe buscar diversas fuentes para hacerse de recursos.
Elizondo explicó que la operación de las cuatro sofomes es un hito para abrir un nuevo mecanismo para que el sector participe en Bolsa.
“Las sofomes enfrentaron una sequía de recursos del sector financiero, enfrentaron un panorama complejo con la desaparición de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero. Por separado era difícil para las empresas, ya que no tenían el suficiente volumen para la colocación, pero mutualizaron los riesgos y las cuatros sofomes que atienden el sector agrícola presentaron ese nuevo producto”, agregó.
El bono sustentable, de los intermediarios que operan principalmente en Querétaro, Estado de México, Baja California y Tamaulipas, debe cumplir con ciertos criterios ecológicos como eficiencia en el uso del agua, energética y equidad de género, entre otros elementos.
El financiamiento a las sofomes, que está respaldado por los derechos de cobro de los activos puestos en el fideicomiso, estuvo respaldada por asistencia técnica del BID Invest y del NADBank, con lo que ayudaron a los participantes a diseñar un sistema de gestión de cartera temática, así como consolidar sus sistemas de gestión ambiental y Social.
El BID Invest que participó como inversor principal en la emisión con 17 millones de dólares, recordó que es la primera emisión temática sostenible en México.
Reconoció que en los últimos años, el financiamiento para las sofomes pequeñas fue limitada de manera individual, especialmente aquellas con menos respaldo financiero y sin historial de emisión de bonos en los mercados públicos.
“La emisión del bono sostenible, fue aprobado por hasta 1,500 millones de pesos. El BID Invest suscribió 203 millones de pesos, los 135 millones restantes fueron adquiridos por el NADBank y otros inversionistas institucionales y privados”, expuso el BID Invest en un comunicado.
La emisión del bono fue estructurado por Inteligencia Capital, dirigida por Jorge Márquez. El directivo comentó el proceso de estructura de la operación para las instituciones financieras no bancarias que no podían acceder al mercado bursátil nacional.
Ahora, agregó, se estructuró un esquema diferente a los bancos, ya que éstos toman recursos de pequeños ahorradores y los prestan a grandes empresas. La operación es diferente, ya que se toman recursos de grandes inversionistas y se otorgan a pequeños productores.
“Se conjuntó la inclusión financiera y el crédito grupal”, explicó.
Los directivos de las cuatro sofomes destacaron que la emisión ayudará a apoyar al campo mexicano y también cambiar los hábitos en cuestión ecológica.