En las últimas dos décadas, el gas natural ha adquirido un papel central en el panorama energético de México, no solo por ser una fuente de energía más limpia que otros combustibles fósiles y ser el puente para la transición energética, sino también por su capacidad para impulsar el crecimiento económico, mejorar la competitividad de nuestras industrias y ofrecer beneficios económicos y medioambientales a la sociedad. De cara al sexenio 2024-2030, la industria del gas natural enfrenta nuevos retos y oportunidades que requerirán una visión estratégica y una colaboración efectiva entre actores clave como el gobierno, la industria y la sociedad.
Actualmente, más de dos terceras partes del consumo de gas natural en México se satisfacen a través de la importación, que representa más del 70 por ciento del consumo total mediante 24 puntos de internación en la frontera entre México y Estados Unidos (1). En la última década, México ha fortalecido la infraestructura de gas natural, lo que ha sido fundamental para satisfacer la demanda interna actual y creciente en el corto plazo. La red de gasoductos de transporte del país y las redes de distribución son cercanas a los 70 mil kilómetros, mismos que permiten llevar este energético a cerca de tres millones de usuarios principalmente domésticos en 27 estados, fortaleciendo el desarrollo económico e industrial en regiones estratégicas para el país. Sin embargo, el total de permisos otorgados para la actividad de distribución apenas considera poco menos del 12% del total de municipios a nivel nacional.
El consumo de gas natural ha crecido de manera constante, impulsado por sectores clave como la generación de electricidad, el industrial y el petrolero (2). De acuerdo con datos de la Secretaría de Energía, el consumo de gas natural en México alcanzó los 8,400 millones de pies cúbicos diarios en 2023, con una tasa de crecimiento anual promedio del 4.35 por ciento en la década de 2012-2022. Este crecimiento ha sido posible gracias a las acciones, estrategias e inversiones, tanto públicas como privadas, para el desarrollo de infraestructura energética, las cuales han superado los 35,000 millones de dólares en los últimos años.
El gas natural está jugando un papel crucial en la transición energética de México. Al tratarse de un energético amigable con el medio ambiente, su uso ha permitido una reducción significativa en las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente en la generación de electricidad y en el uso industrial. La sustitución de combustibles fósiles convencionales como el carbón, combustóleo, gasolina o diésel por gas natural, es un área de oportunidad que permitiría reducir de manera importante la emisión de gases contaminantes a la atmósfera en el corto, mediano y largo plazo.
De frente a la nueva administración gubernamental, uno de los retos más importantes será tanto mantener el suministro seguro y confiable de gas natural, como atender la demanda creciente de usuarios a través de la expansión de infraestructura de almacenamiento, transporte y distribución de gas natural, que permita una transición energética sustentable. También será crucial diversificar las fuentes de suministro, por ejemplo, el aumento de la producción nacional, con el fin de fortalecer la seguridad energética del país.
Bajo el contexto del fenómeno de la relocalización de cadenas productivas (nearshoring), México se ha posicionado como un destino atractivo para la llegada de más industrias que requieren de un suministro energético confiable, competitivo y con importantes beneficios medioambientales, lo cual puede alcanzarse con el gas natural.
Otro aspecto clave será el impulso de este energético en sectores que hasta ahora han estado relativamente subdesarrollados, como el doméstico y el vehicular. El gas natural para el sector doméstico tiene una participación de entre siete y ocho por ciento de los hogares mexicanos, mientras que el gas natural vehicular (GNV) representa poco menos del 1% del parque vehicular, siendo para ambos sectores un alternativa viable y más limpia para reducir las emisiones al usarse en los hogares, en el transporte público y en el transporte de carga, aportando adicionalmente beneficios a la mejora del medioambiente de los centros de población y por consiguiente a la salud de las personas.
El sector transporte es uno de los mayores contribuyentes de las emisiones contaminantes y en particular de la contaminación urbana. El sustituir gasolina o diésel por gas natural en los vehículos, puede traducirse en una disminución de 95% de material particulado, 85% de monóxido de carbono, 50% óxidos de nitrógeno y hasta en un 30% el dióxido de carbono (CO2), acciones que representan avances importantes en los esfuerzos por mitigar el cambio climático y disminuir la huella de carbono.
México se encuentra entre los 10 países con mayores emisiones de CO2 en este rubro, según el World Resources Institute, por lo que promover la adopción de alternativas más amigables con el medio ambiente a través de políticas públicas, favorece la descarbonización y acelera la transición hacia un transporte más sostenible en el país.
Para capitalizar estas oportunidades, es esencial que se fomente un enfoque estratégico y colaborativo entre todos los actores del sector. El fortalecimiento de la infraestructura, la diversificación de las fuentes de suministro y la promoción de tecnologías avanzadas serán fundamentales para asegurar que México siga siendo un actor importante en la economía de América Latina y el mundo, avanzando hacia un futuro más limpio y sostenible.
*Vania Laban Katalinic, presidenta de la Asociación Mexicana de Gas Natural (AMGN). Es Licenciada en Economía por el ITAM. A partir de enero de 2024, preside la AMGN. En agosto de 2022 fue nombrada vicepresidenta de Asuntos Corporativos de ESENTIA Energy Systems, cargo que ocupa actualmente. Anteriormente y durante 12 años, fue vicepresidenta de Asuntos Corporativos en Engie México. Sus responsabilidades previas incluyen su rol como Asesora del secretario de Energía y Coordinadora de Asesores del presidente de la Comisión Reguladora de Energía. Formó parte de la Delegación de México en la 111° Reunión Ministerial de la OPEP.
(1) Prontuario estadístico SENER 2023, pág. 19.
(2) Prospectiva Gas Natural 2023-2037, Demanda Nacional Histórica de Gas natural, pág. 32.
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