Aunque la Serie Mundial 2024 ha tenido sobre el diamante a figuras de la talla de Shohei Ohtani y Aaron Judge, candidatos a MVP (Jugador Más Valioso) de toda la temporada, quien se ha robado los reflectores de manera inesperada es Freddie Freeman.
El bateador fue clave para abrir el camino ganador de los Dodgers en este Clásico de Otoño, con un jonrón que impulsó la victoria en el Juego 1 en extra innings. Sin embargo, su potencial siguió despuntando hasta convertirse en un histórico de Grandes Ligas (MLB).
Durante la primera mitad del Juego 4, disputado en el Yankee Stadium, Freeman impuso un récord de seis partidos consecutivos de Serie Mundial con al menos un jonrón. También se convirtió en el primer pelotero de la historia con jonrones en los cuatro primeros partidos de un Clásico de Otoño.
Todo esto, acompañado del notable desempeño de los Dodgers en toda la temporada regular 2024 (líderes de liga con récord de 98-64), hace que Freddie Freeman esté a la altura de un MVP de Serie Mundial.
Pero más allá de ganar el MVP y la misma Serie Mundial, el jugador de 35 años ya es considerado un caso de éxito por otras circunstancias que no tienen que ver precisamente con lanzar o batear una pelota.
Freddie Freeman es el menor de tres hermanos con raíces canadienses. Su madre, Rosemary, y su padre, Fredrick, nacieron en el país de la hoja de maple y procrearon a Andrew y Phillip antes de que Freddie naciera en Fountain Valley, California.
A muy temprana edad sufrió un duro golpe: la muerte de su madre. Freddie tenía 10 años cuando ella falleció de cáncer de piel y eso marcó para siempre su forma de conducirse como ser humano, mucho antes de ser una estrella para los Dodgers.
“Han pasado 23 años y ella no desaparece”, dijo Freeman en una entrevista en 2023, cuando decidió representar a Canadá en el Clásico Mundial de Beisbol (WBC, por sus siglas en inglés) en honor a su madre, que había nacido en Toronto.
Su camino en el beisbol empezó a los tres años, acompañando a sus hermanos a sus partidos. En ese momento, la familia estaba completa. Poco después, cuando Freddie ingresó a la primaria, su papá lo llevaba a un campo vacío para practicar bateo a la hora de la comida. Después de eso, su padre trabajaba como contador público y Freddie hacía sus tareas.
Después de la muerte de su madre, hubo otro incidente que marcó la vida de Freddie. Tenía 12 años y, mientras veían la televisión, se percató de que a su padre le costaba respirar. Le detectaron insuficiencia cardiaca congestiva y tuvo que pasar dos semanas en el hospital.
La causa de este padecimiento era que Fredrick había aumentado casi 45 kilos de peso tras absorber la responsabilidad de sus tres hijos y el trabajo como contador público después del fallecimiento de su esposa, de acuerdo con una narración de Dodgers Magazine.
“Yo vi el sacrificio que hizo mi padre al perder a su esposa, a mi madre, y convertirse en padre soltero de la noche a la mañana. En ese momento no me di cuenta de lo que estaba pasando, pero a medida que me hice mayor, miro hacia atrás y me sorprendo por todo lo que él tuvo que pasar, pues nunca se saltó el ritmo con nosotros”, dijo Freddie años después.
Actualmente Freddie tiene tres hijos con su esposa Chelsea: Fredrick Charles II (en honor a su padre), Brandon John y Maximus Turner. Comparte con ellos algunos ratos de bateo como lo hacía con su progenitor, además de otros momentos de convivencia que van más allá del Dodger Stadium.
“No sé cómo tiene la capacidad de ser un padre tan presente y activo durante la temporada. Es muy difícil, especialmente cuando eres una súper estrella, pero creo que lo ha entendido, sus hijos le recuerdan lo que es realmente importante en la vida y creo que eso hace que Freddie sea un mejor jugador”, expresó recientemente el mánager de los Dodgers, Dave Roberts.
Una anécdota dejó en claro que la familia sigue siendo la prioridad número uno de Freddie Freeman. En septiembre de 2016, mientras jugaba para Atlanta Braves contra Miami Marlins, le avisaron que su esposa estaba teniendo contracciones para su primer bebé, Fredrick Charles II. Freddie prefirió abandonar el juego argumentando que no estaba concentrado y fue a recibir a su primogénito.
Por si todos estos antecedentes no fueran suficientes, Freddie Freeman tuvo que enfrentar otra adversidad de salud en su familia esta misma temporada. Fue en julio cuando su hijo menor, que tiene tres años, se enfermó de manera intempestiva hasta el grado de no caminar.
Al poco tiempo los análisis clínicos revelaron que el pequeño Maximus padece el síndrome de Guillain-Barré (SGB), una enfermedad autoinmune que ataca al sistema nervioso. El tratamiento inició y el niño volvió a caminar, pero fue otro golpe a su historia familiar.
A pesar de todo, Freddie Freeman está en un nivel superlativo en la Serie Mundial 2024 y ya logró una exitosa carrera en MLB con un título de Clásico de Otoño con Atlanta Braves en 2021, así como un MVP de la Liga Nacional en 2020 y ocho nominaciones al Juego de Estrellas entre 2013 y 2024.
Más allá del millonario contrato de Shohei Ohtani y los reflectores de otros jugadores, Freddie Freeman se convirtió en el protagonista de la Serie Mundial 2024 con una valentía forjada en el día a día de su familia.