Texas se convirtió el viernes en la «zona cero» de la defensa del derecho al aborto para Kamala Harris y Beyoncé y de la lucha contra la migración ilegal para Donald Trump.

«Es hora de que Estados Unidos cante una nueva canción», dijo la cantante, acompañada de su hermana Kelly Rowland, ante más de 20.000 personas congregadas en un estado de Houston, su ciudad natal.

«No estoy aquí como política, estoy aquí como madre que se preocupa profundamente por el mundo», añadió la estrella del pop, que autorizó el uso de «Freedom», un himno a la libertad, para la campaña demócrata.

«Tenemos que votar», les dijo antes de presentar a Harris, con la que se fundió en un abrazo.

Texas, un estado del sur gobernado por los republicanos, es una parada poco ortodoxa para los candidatos, que se supone deberían centrarse en los siete estados clave que probablemente decidan quién es el próximo inquilino de la Casa Blanca.

Pero tanto la vicepresidenta demócrata como su rival, el expresidente republicano, han decidido dar fuelle a sus campañas recordando lo que los separa.

Texas es «la zona cero en la lucha por la libertad reproductiva» porque «es el hogar de una de las prohibiciones de aborto más restrictivas en nuestro país», denunció Harris.

«Nadie está protegido» 

«Y seamos claros, si Donald Trump gana de nuevo, prohibirá el aborto en todo el país (…) nadie está protegido», advirtió cuando faltan 11 días para las elecciones.

Entre la muchedumbre se encontraba Brody Cecil, un profesor de 26 años, que le da la razón.

«Creo que lo más importante es proteger los derechos de todos los estadounidenses, independientemente de quienes sean, lo que crean y que puedan vivir sus vidas como quieran», declaró a la AFP, muy emocionado por volver a ver a Beyoncé años después de haberla conocido.

«Lo que está ocurriendo en todo este estado y en nuestro país es una crisis sanitaria, y Donald Trump es el artífice de ella», protestó Harris.

Trump, de 78 años, presume de que el nombramiento de tres jueces conservadores en la Corte Suprema durante su mandato contribuyó a anular en 2022 el derecho federal al aborto.

Para Trump Texas también es una «zona cero», pero de otro tipo.

«Estamos hoy aquí, en el gran estado de Texas, que (…) bajo Kamala Harris, se ha convertido en la zona cero de la mayor invasión fronteriza de la historia del mundo», afirmó en la localidad de Austin.

Y la acusó una vez más de «importar pandillas de migrantes».

El expresidente estigmatiza a los migrantes diciendo que cometen asesinatos cuando en realidad la delincuencia nacional ha disminuido, según cifras oficiales, y el número de crímenes atribuidos a migrantes es muy bajo en proporción al de extranjeros en situación irregular.

«Campaña de odio» 

Este viernes dijo por segundo día consecutivo que Estados Unidos es «un cubo de basura para que el resto del mundo arroje a las personas que no quiere» pero promete poner fin a esta situación, si gana las elecciones, con «la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos».

Trump estaba en Austin para grabar un pódcast con Joe Rogan, un presentador muy popular entre los hombres, una parte de la población reacia a respaldar a Harris.

Tres horas de grabación, según su equipo de campaña, que obligó a retrasar un mitin previsto por la noche en el estado clave de Míchigan.

«Me disculpo» por el retraso, dijo, y acusó a Harris de liderar «una campaña de odio».

«Creo que ahora me llaman dictador (…) estas pobres almas perdidas», añadió y criticó a la ex primera dama Hillary Clinton por decir que el mitin previsto este fin de semana en el Madison Square Garden de Nueva York recrea un acto pronazi celebrado antes de la Segunda Guerra Mundial.

«Esto se llama Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo, eso es todo», protestó el republicano.

En los últimos días los candidatos, empatados en las encuestas, han endurecido el tono.

La demócrata ha comenzado su campaña infundiendo optimismo a los votantes para «pasar página» pero a la vista de que las encuestas no se mueven se ha vuelto más sombría advirtiendo a los estadounidenses que Trump es «un fascista».

La exfiscal da crédito al exgeneral John Kelly, exjefe de gabinete del republicano, según el cual Trump comentó que «‘Hitler también hizo algunas cosas buenas'».

Una acusación que ha levantado ampollas entre los republicanos.

Los líderes republicanos en el Congreso la atacaron diciendo que constituyen amenazas «continuas y persistentes» contra Trump, y acusaron a Harris de alentar a «otro posible asesino» después de que el magnate sobreviviera a un intento de asesinato en julio.

En un país muy polarizado, estas elecciones están creando un revuelo en la prensa.

El prestigioso Washington Post, que apoyó a los candidatos demócratas en las últimas cuatro elecciones, sorprendió anunciando que esta vez se mantendrá al margen.

El diario, propiedad del multimillonario Jeff Bezos, dice que lo hace para preservar la «independencia».

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