Hace algunos años, el país era un semillero de diseñadores e ingenierías para la elaboración de troqueles, los cuales son herramientas utilizadas en la industria en general para cortar, modelar o estampar materiales como el metal. 

Pero con la llegada de las exportaciones, México perdió fuerza en la elaboración de estas herramientas, porque las empresas comenzaron a comprar troqueles provenientes de Estados Unidos, Alemania y Japón.

Sin embargo, Lizbet Romero emprendió en un sector que está mayormente liderado por hombres y creó Mexicana de ingeniería y manufactura de herramienta, empresa de diseño y creación de troqueles.

En México, el 21% de las empresas son fundadas exclusivamente por mujeres, según la Radiografía del emprendimiento 2023, edición mujeres, publicado por la Asociación de Emprendedores de México (Asem).

En el marco del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, que se celebra el 19 de noviembre, Lizbet Romero cuenta, en entrevista, que se dio cuenta del potencial del negocio de los troqueles debido a que mandar a fabricar y transportar un troquel a China a México tarda alrededor de ocho meses hasta un año.

Pero, durante los 20 años de trayectoria no se ha encontrado con otra diseñadora de troqueles o mujeres que estén al mando en alguna empresa dentro del sector manufacturero.

El reto de ser la única empresaria en el sector industrial

La edad promedio de una mujer al fundar una empresa es de 33.8 años, según la Asem, en el caso de Lizbet Romero, fundó su empresa cuando tenía 27 años.

A pesar de que es una de las pocas empresas dedicadas al diseño, producción y ensamblaje de estas herramientas, menciona que ha tenido complicaciones al lidiar con dos situaciones.

La primera es que es una empresa mexicana en un mercado donde compite mayormente con otros países y la segunda situación es que es una empresaria en un sector que está liderado por hombres y las dudas de sus capacidades (como mujer) son un tema frecuente mientras labora.

“Tengo 40 años, hablo con gente de 60 o 70 años, la mayoría de mi mercado son los ingenieros que te piden ayuda para un troquel, pero se te quedan viendo con cara de: ‘¿Tú?, ¿tú me vas a decir?’”, comenta.

Aunado a que ha experimentado situaciones en las que sus clientes hablan más con el colaborador encargado de ventas de Lizbet que con ella.

De acuerdo con la Asem, solo 9% de las empresas lideradas o fundadas por mujeres corresponden al sector de la manufactura, en el que Lizbet Romero conoce a profundidad los troqueles, de los cuales también imparte cursos y talleres.

Falta de aprendizaje y motivación en el sector manufacturero

Para que los empresarios conozcan que también existe la fabricación de troqueles en el país, la empresa de Lizbet Romero también imparte pláticas tanto para empresas como en instituciones, como el Tecnológico de Estudios Superiores de Coacalco (TESCO).

Aunque reúnen a varios expertos en el tema, ella es la única mujer en dichas pláticas. A pesar de eso no representa un problema, Lizbet Romero relata que ha notado un diferenciador y es que le hacen más preguntas de las usuales, a comparación de los otros ponentes.

Te meten los famosos buscapiés, porque he visto que pasan señores de prensa y aceros, pero conmigo se ensañan, no me preocupa porque conozco el tema muy a fondo”.

En tanto, durante los talleres y cursos, expresa que asisten aproximadamente 300 personas, pero la presencia de mujeres estudiantes es muy escasa; sin embargo, los profesores de las instituciones la han motivado a que imparta más pláticas para inspirar a más mujeres en las carreras de ingeniería.

El camino de ser madre y empresaria

Lizbet Romero relata que es complicado ver a mujeres dentro del sector, aunque sea manejando maquinaria, porque aún se tiene la idea de ser un trabajo no apto para ellas.

Incluso ha conocido casos en los que las mujeres que se casan, tienen hijos o ganan más que sus parejas deciden retirarse, lo cual disminuye la presencia de ellas en el sector.

A nosotras las mujeres, aparte de que es un negocio complicado, ser mujer, tener tu casa, tus hijos, se complica más y muchas pierden su negocio por eso”.

Pero, Lizbet Romero, madre de un hijo de siete años, expresa que es posible tener una familia y una empresa al mismo tiempo, siempre y cuando haya una red de apoyo, tanto laboral como familiar.

Asimismo, aconseja a todas las mujeres que no se sientan minimizadas al adentrarse a sectores que normalmente están lideradas por hombres. “Si nos vamos a limitar de lo que piensa el otro o qué no podemos hacer, no vamos a avanzar”.

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