El optimismo en el primer paquete económico enviado por la presidenta Claudia Sheinbaum no logró contagiar a todos, ya que la perspectiva negativa de la economía, dada por la agencia calificadora Moody’s, bajó el ánimo a muchos inversionistas y financieros.

Aunque eso sí, varios comentaron que en general el paquete económico se veía bien y sobre todo las intenciones de la Presidenta de mantener estabilidad macroeconómica eran claras, pese a su molestia sobre Moody’s que expresó en las mañaneras.

Más allá de las fallas que evidenciaron los cambios en el equipo hacendario, como el del recorte en el sector educativo, que luego rectificaron tras la queja pública del rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, de que será incrementado conforme a la inflación, para algunos financieros, el ligero optimismo en las variables macroeconómicas es por la sobreestimación de los ingresos tributarios, aunque también destacaron que por primera vez presupuestaron ingresos con fin específico.

Lo malo es que en este paquete económico ya no se usan las metodologías de los registros en la unidad de inversión, sino que se habla ya sólo de las bolsas a ejercer en 2025.

El pago de pensiones y programas sociales será uno de los enfoques principales de la presidencia de Claudia Sheinbaum, así como el dinero destinado a continuar las obras iniciadas por su antecesor, que no necesariamente significarán en este sexenio una recuperación de la inversión hecha en esos proyectos.

Pero lo que sí causó bastante incomodidad son las cifras proyectadas por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O, en cuando a mantener el nivel deuda/PIB con la expectativa de crecimiento económico, lo cual, dado la situación externa y la interna, en temas de inseguridad y de obras paradas por la llegada de Donald Trump, es algo poco creíble y muy difícil de lograr, lo que genera incertidumbre en la visión económica.

Y en cuanto a la política de gasto, se reiteró la política de disciplina y austeridad fiscal, misma que ya se vio en el primer viaje al extranjero de la presidenta, y que también fue el positivo regreso del país a los eventos de primer nivel internacionales, y en donde la presencia y el mensaje de México se retomó, algo que durante seis años se perdió.

Este punto, en donde la presidenta se reunió ya con todos los mandatarios y en donde entabló las primeras relaciones con sus pares, esperan sea el arranque de un sexenio con una visión también internacional y que se entienda la relevancia del país; vienen otros foros como el de Davos o en Estados Unidos, el cambio de gobierno, que de asistir, seguirían mandando buenas señales de que la apertura del país y el diálogo con otras naciones de primer mundo están de regreso.

Renegociar con Pemex

Los números no mienten y no se ve nada positivo el panorama, pues la deuda de Pemex con sus proveedores asciende a 20 mil millones de dólares al tercer trimestre de este año, lo que ha llevado a sus principales contratistas de servicios petroleros, como SLB, Halliburton y Baker Hughes, sólo por mencionar algunos, a refinanciar las multimillonarias cuentas por cobrar.

La situación es ya crítica: la deuda acumulada asfixia las operaciones de firmas petroleras de todos los tamaños, forzándolas a realizar paros productivos, recortes de personal y cierres de plantas, principalmente en Veracruz, Tabasco y Campeche. Ante esta crisis, le puedo confirmar que otras empresas con grandes adeudos están en negociaciones con Pemex para seguir la misma ruta de refinanciamiento a través de bancos y fondos.

En el proceso de refinanciamiento de los adeudos se habla de reducciones entre el 8 y 10 por ciento del monto total de deuda acumulada, esta medida, lejos de ser óptima, compromete la rentabilidad de las compañías de servicios y, sobre todo, no resuelve el problema estructural de liquidez de la empresa que dirige Víctor Rodríguez Padilla, y quien ha estado atendiendo el tema con el equipo, pero el problema es de recursos. Pero de no cobrar nada a cobrar con descuento, las compañías prefieren lo segundo y en eso están.

Tercera mujer presidenta de IMEF

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) tendrá en 2025, a su tercera mujer presidenta del organismo, al ser elegida Gabriela Gutiérrez Mora, a tomar el mando en sustitución de José Domingo Figueroa Palacios.

La llegada de Gutiérrez Mora significa para el IMEF tener a su tercera presidenta nacional en la historia. En 2015, la primera mujer en ocupar el cargo fue Nelly Molina, y en el 2017 fue Adriana Berrocal.

La próxima presidenta del IMEF es directora zonal de Banca Mifel en Baja California Sur y cuenta con 20 años de experiencia profesional en instituciones financieras y es experta en soluciones integrales de desarrollo inmobiliario, así como en manejo de banca de extranjeros, banca patrimonial, de empresas y gobierno, además de manejo de eventos dirigidos a segmentos financieros con grupos de alta dirección empresarial y tomará el cargo justo durante el arranque de la administración del próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Relevo en Ford de México

Después de 35 años de carrera, habiendo comenzado como practicante en la entonces Planta de Motores de Cuautitlán, Eduardo Alonzo se retira como director de Servicio al Cliente de Ford de México. A Alonzo le tocó el relanzamiento de los camiones pesados en 1995, la introducción de la Ford Lobo, y ser director general de Volvo en la integración con Ford de México, entre muchos puestos en la compañía.

Su relevo será Sebastián Casanova, con 18 años de experiencia en la empresa y es uno de los directores más jóvenes de Lincoln para México, Puerto Rico, Centroamérica y el Caribe en 2021. Apenas este año asumió el cargo de director de Dealer Engagement & CX y ahora llegará a tomar el relevo en Ford México en Servicio al Cliente.

Por lo pronto, la moneda está en el aire.

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