Dos meses después de concluido el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya continúa en construcción en por lo menos una tercera parte de su recorrido por el sureste del país.
El costo total de la obra se calculaba entre 150,000 y 180,000 millones de pesos y el proyecto se encomendó al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
A la fecha, el tren suma inversiones que rondan los 550,000 millones de pesos (más 40,000 millones de pesos que se pretende asignar de presupuesto para el 2025).
Sin proyecto ejecutivo, ni trazo definido, ni Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), las obras arrancaron en junio del 2020. Los 1,500 km de recorrido se dividieron en siete tramos.
En Quintana Roo, por donde corren los tramos 5 y 6, desde Cancún hasta Chetumal, se complicó la obra, no sólo por los amparos que comenzaron a interponerse, sino por la inexistencia de un trazo definido, lo cual llevó a iniciar los trabajos al centro de la carretera 307 y solicitar a los hoteleros de la Riviera Maya ceder los frentes de sus hoteles para dar paso a la vía férrea.
Se removieron incluso más de 20,000 árboles del centro de la carretera y se trasplantaron en otros puntos donde no se pudo verificar si lograron sobrevivir.
Durante todo 2021 se perforó la carretera y se desquició el tráfico, principalmente en Playa del Carmen, donde primero se dijo que la vía iría a ras de suelo. Luego se anunció que la mejor solución era un segundo piso para elevar la vía en un viaducto desde Playa del Carmen hasta Cancún.
A inicios de 2022 esas obras se cancelaron y se modificó el trazo para mover la vía 7 km dentro de la selva, donde abunda el suelo kárstico y existe la red de ríos subterráneos más grande del mundo. Entonces, hubo más amparos.
Desde inicios del 2022 el presidente López Obrador presionó para que las empresas se comprometieran a terminar a más tardar a finales del 2023.
Con esa premura, se anunció que el Ejército se encargaría de ejecutar las obras con celeridad, para ello el tramo 5, entre Cancún y Playa del Carmen, se subdividió en dos segmentos, norte y sur, con la Secretaría de la Defensa Nacional al frente del tramo 5 norte y Grupo México con el tramo 5 sur. Los tramos 6 y 7 se entregaron enteramente a los ingenieros militares.
A los pocos meses, se canceló la participación de Grupo México, pues alegaba que no se podría concluir la obra en el plazo requerido. El ejército retomó los trabajos.
Pese a presiones, el plazo de entrega que inicialmente fue diciembre de 2023 no se cumplió. El expresidente realizó preinauguraciones parciales, iniciando con el tramo 1 desde Palenque a Campeche en diciembre de 2023 y culminando ese año con el recorrido hasta la estación Cancún-Aeropuerto, que fue preinaugurada en obra negra.
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