En septiembre el consumo de bienes y servicios que realizan los individuos en México se contrajo 0.3% en comparación con octubre, lastrado por un fuerte descenso de la compra de bienes importados, de acuerdo con cifras publicadas este martes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Al interior del Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP), el consumo de bienes de origen nacional creció mensualmente 0.5% y el de servicios, subió 0.2%; sin embargo, la compra de productos de origen importado se contrajo 4.1%, en lo que fue su mayor tropiezo mensual desde la caída de 4.5% que tuvo en marzo del 2022.
Este desliz coincide con el paulatino aumento de la paridad nominal peso-dólar, que en meses recientes resintió el nerviosismo por la elección presidencial en Estados Unidos y por la incertidumbre ante cambios legislativos en México tras consolidarse la mayoría calificada del bloque oficialista en el Congreso.
De modo que en septiembre el tipo de cambio continuó al alza, alcanzando un nivel promedio de 19.63 pesos por dólar, su mayor cotización desde los 19.98 pesos observada en octubre del 2022, de acuerdo con los registros del tipo de cambio fix, que publica el Banco de México.
En comparación con el nivel de 17.3 pesos por dólar que tenía en septiembre del 2023, el tipo de cambio se elevó 13.4%; y en comparación con los 19.15 pesos por dólar de agosto, subió 2.5 por ciento.
El incremento del tipo de cambio encarece en pesos los productos importados cuyo precio está denominado en dólares estadounidenses.
Por otro lado, destaca que la caída mensual de 0.3% que tuvo el IMCP resultó mayor que el descenso de 0.1% que estimó el propio Inegi a través de su Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) el pasado 14 de noviembre.
Desaceleración moderada
El tropiezo mensual ubicó al indicador del consumo privado en un nivel 1.7% superior al que tenía en septiembre del 2023.
Este ritmo de avance interanual es el más bajo que ha tenido desde febrero del 2021, cuando mostró, de hecho, una contracción de 5.4%, mientras se resentían todavía los efectos de la crisis que desató la irrupción del Covid-19 un año antes.
Sin embargo, durante los primeros nueve meses del 2024, el indicador sigue mostrando resiliencia, en medio de la desaceleración de otras variables macroeconómicas.
A septiembre ha crecido 3.7%, un ritmo no tan lejano respecto del avance de 4.2% que mostró en el mismo lapso del 2023.
Esta desaceleración es menor respecto de la observada en el Indicador Mensual de Formación Bruta de Capital Fijo (IMFBCF), también publicado este martes, cuyo crecimiento pasó de 15.9% a 5.6% en igual período.
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