La publicación del último dato de inflación en Estados Unidos reveló cierto enfriamiento en los precios en el mes de mayo, pues mostraron un nulo incremento de manera secuencial y resultaron mejores a lo esperado, representando un importante alivio para la Reserva Federal. En términos anuales, la inflación descendió de 3.4 a 3.3 por ciento. El componente subyacente, que muestra la trayectoria de inflación en el mediano y largo plazo, también mejoró, pues se moderó de 3.6 a 3.4 por ciento. A pesar de que los servicios se mantienen elevados, los bienes continúan mostrando una clara tendencia a la baja. El comportamiento de la inflación ha resultado mejor que las estimaciones por dos meses consecutivos, y parece encaminarse al objetivo de la Reserva Federal.
En ese mismo tenor, se dio a conocer el dato de empleo del mismo mes, y aunque se crearon mucho más puestos de trabajo que los estimados, la tasa de desempleo aumentó a cuatro por ciento, mostrando que el mercado laboral parece estar balanceándose muy gradualmente. Los trabajos creados en el mes ascendieron a 272 mil, en tanto el promedio del año es de 248 mil, muy superior a lo que la economía necesita para mostrar un enfriamiento. Una de las posibles explicaciones de estos resultados –que han sido la constante en el año– es el importante incremento de los migrantes en Estados Unidos, que ha tenido como consecuencia un mercado laboral fuerte por el lado de la demanda. En tanto, parece que la oferta de empleos sigue siendo muy robusta, pues a pesar de la fuerte creación de empleos, la tasa de desempleo aumentó.
Y esta misma semana la Reserva Federal llevó a cabo su reunión de política monetaria, que como era ampliamente anticipado mantuvo la tasa de fondos federales en un rango entre 5.25 y 5.50 por ciento. Pero en esta ocasión, la reunión tomó más relevancia, pues los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) expresaron sus opiniones con respecto al nivel que esperan de las tasas de interés, en la gráfica de puntos conocida como “dot plot”. En ella se deja ver que ahora, los miembros se decantaron por expresar un solo recorte a suceder en el año, mientras que en la reunión anterior trazaron tres. Para el 2025, la expectativa es de un recorte de 100 puntos base. Aunado a ello, actualizaron su escenario macroeconómico, donde plasman sus estimaciones para el crecimiento, el empleo y la inflación. Este vio pocos cambios con respecto al previo, llama la atención que se mantiene el escenario que predomina actualmente, con un mercado laboral aún estrecho mostrando una tasa de desempleo del cuatro por ciento, el crecimiento económico del 2.1 por ciento, en tanto la inflación aumenta levemente contra la estimación previa.
¿Por qué tras los datos positivos de inflación, y la ligera mejor condición del mercado laboral la Reserva Federal no se anima a holgar las condiciones monetarias restrictivas en el mercado?
Powell afirmó que la política monetaria se encuentra en terreno suficientemente restrictivo, pero espera que con el tiempo, los efectos de la postura se comiencen a permear en la economía de tal manera que a finales del año puedan realizar recortes, tras una mayor certeza de que la inflación se dirige hacia la convergencia.
Llevamos once meses con una postura monetaria en estos niveles, que por cierto, no se habían observado desde marzo del 2001. La paciencia y prudencia de la Fed han convencido a los mercados de que no vendrán recortes en los siguientes meses. Ergo, el dólar se puede seguir fortaleciendo.
Bajo la premisa de que la Reserva Federal no recortará más que una ocasión en el 2024, a Banxico le queda poco espacio para hacer lo propio en el año. La volatilidad que ha presentado nuestra moneda en las últimas semanas ha dificultado la labor del organismo central, pues de decantarse por recortes en las siguientes reuniones como había sido esbozado por la mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno, podría originar presiones cambiarias adicionales.